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															Desde el municipio 
															de Sotoserrano se 
															pueden realizar todo 
															tipo de excursiones, 
															como por ejemplo 
															visitar el Santuario 
															de la Peña de 
															Francia, donde se 
															encuentra la imagen 
															de la Virgen Morena 
															( con una dilatada 
															historia, 
															canónicamente 
															coronada en 1952), 
															el Valle de las 
															Batuecas, con sus 
															pinturas rupestres, 
															su convento 
															carmelita y sus 
															ermitas ( 
															principalmente la de 
															San Elías), y 
															distintos pueblos de 
															la zona: Cepeda, 
															Miranda del 
															Castañar, Mogarraz, 
															Monforte, San Martín 
															del Castañar, 
															Sequeros, Casas del 
															Conde, Herguijuela 
															,etc.. |  
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															| VISITA A BATUECAS
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															Desde Sotoserrano 
															podemos dirigirnos a 
															las Batuecas por la 
															Carretera de Coria 
															en dirección a 
															Mestas. Este pueblo 
															está situado en la 
															confluencia del río 
															Ladrillar y del río 
															Batuecas, por lo que 
															es la puerta natural 
															de los dos valles. A 
															partir de las 
															Mestas, nos 
															adentramos en el 
															Valle de Batuecas. 
															La carretera remonta 
															y cruza varias veces 
															al río. En una 
															pronunciada curva, a 
															partir de la cual la 
															cuesta se hace más 
															pronunciada, sale 
															otra carreterilla de 
															apenas 100 metros de 
															recorrido; esta 
															muere en una pequeña 
															explanada que hay 
															delante de la puerta 
															externa del 
															Monasterio de San 
															José de Batuecas. 
															Entre la tapia y el 
															río sale una senda, 
															que nos conduce al 
															fondo del valle, uno 
															de los lugares más 
															paradisíacos de 
															España. El Valle de Batuecas 
															declarado sitio 
															histórico en 1999. 
															Profundo y agreste 
															valle, encierra tal 
															cúmulo de 
															atractivos, que 
															hacen de él uno de 
															los lugares más 
															bellos del 
															Territorio Nacional: 
															las escarpadas 
															montañas que lo 
															rodean, el río 
															Batuecas, de aguas 
															cristalinas, la 
															intensa vegetación 
															que todo lo invade, 
															puntiagudos resaltes 
															rocosos, de bellas 
															formas acastilladas 
															y la fauna salvaje 
															donde están 
															presentes las 
															especies más 
															emblemáticas de la 
															fauna salvaje 
															española, siendo la 
															joya de este paraje 
															el lince ibérico ( 
															en peligro de 
															extinción y 
															protegido por la 
															Reserva Nacional) y 
															el Águila real.
 Toda esta belleza 
															natural ha hecho de 
															Batuecas el corazón 
															del Parque Natural, 
															que lleva su nombre.
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															En los canchales y 
															pedreras de Batuecas 
															hay gran abundancia 
															de huellas fósiles, 
															de increíble belleza 
															y variedad. Existen 
															también dieciocho 
															refugios, 
															distribuidos por 
															todo el valle, que 
															albergan 
															interesantes 
															pinturas rupestres. 
															Trazos figurativos, 
															esquemáticos de 
															peces, cabras, 
															ciervos, bóvidos, 
															figuras humanas, 
															escenas de caza, 
															barras y signos 
															puntuados... 
															situados en lugares 
															como el canchal de 
															las Cabras Pintás, 
															la Ermita el Cristo, 
															el Zarzalón, la 
															Umbría, la Cotorrina, 
															el Pallón, la Majá 
															de las Torres de 
															Mahoma... 
 El Monasterio 
															Carmelitano de San 
															José de Batuecas 
															(siglo XVII), 
															situado en el centro 
															del valle, ha sido 
															uno de los lugares 
															más sobresalientes 
															de la vida eremítica 
															en España. El 
															convento cuenta con 
															veinte ermitas 
															interiores y 
															diecinueve 
															exteriores 
															diseminadas por las 
															cercanías, a las 
															cuales los monjes se 
															retiraban durante 
															varios días, en 
															algunas épocas del 
															año, para aislarse y 
															dedicarse a la 
															oración.
 
 No han faltado 
															tampoco las leyendas 
															en torno a este 
															lugar. Se trata de 
															relatos que han 
															poblado estos 
															contornos de unos 
															seres viviendo en 
															estado salvaje, 
															carentes de vestido 
															y hasta de lenguaje 
															humano, entregados a 
															una vida natural e 
															inocente... Sustrato 
															legendario que ha 
															sido capaz de 
															alimentar diversas 
															expresiones 
															literarias y 
															cinematográficas, 
															desde Lope de Vega 
															hasta Francisco 
															Nieva, desde Alonso 
															Sánchez hasta Luis 
															Buñuel.
 
 En Batuecas y 
															partiendo del 
															monasterio 
															carmelitano de San 
															José se pueden hacer 
															varias rutas. Esta 
															la ruta de las 
															Ermitas, la ruta de 
															las Cuevas 
															Rupestres, la ruta 
															de la Cascada del 
															chorro…
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															| RUTA A LA CASCADA 
															DEL CHORRO |  
															| Duración total: 
															1hora y 30 minutos. Tipo de camino: 
															senda
 Valores: 
															Canchal de las 
															Cabras Pintadas, 
															Canchal del 
															Zarzalón,
 Río Batuecas, 
															Cascada del Chorro.
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															El recorrido es muy 
															sencillo, sólo hay 
															que estar atentos a 
															los indicadores. 
															Esta ruta, presenta 
															el atractivo de 
															recorrer el 
															espléndido bosque y 
															el ecosistema de 
															ribera que conforman 
															el río Batuecas. |  
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															El punto de partida 
															de la ruta se sitúa 
															junto a la tapia del 
															monasterio; 
															concretamente a la 
															altura de la 
															hospedería y un 
															enorme ciprés. Se 
															camina junto a la 
															tapia hasta llegar a 
															un pequeño puente de 
															piedra que cruza el 
															arroyo Cárabo. 
															Pasando el puente de 
															piedra comienzan a 
															flanquear el camino 
															enormes ejemplares 
															de alcornoque. Se 
															continúa hasta 
															atravesar la tapia 
															exterior del 
															monasterio. Existe 
															una densa red de 
															sendas que comunican 
															las ermitas entre 
															sí, por lo que, con 
															un poco de atención 
															y apoyándose en la 
															referencia constante 
															de los cipreses que 
															las acompañan, es 
															posible visitar 
															todas ellas en unas 
															dos horas 
															aproximadamente.A unos 600 metros de 
															la tapia exterior 
															del camino atraviesa 
															un enorme canchal 
															que se despliega a 
															lo largo de la 
															ladera. Pocos metros 
															después de 
															atravesarlo surge a 
															la derecha un 
															sendero (señalado 
															por un cartel) que 
															asciende bruscamente 
															hasta llegar al 
															Canchal de las 
															Cabras Pintas (este 
															fue el primer 
															enclave de pinturas 
															descubierto. Es el 
															más interesante de 
															todo el valle y uno 
															de los de más fácil 
															acceso). Tras 
															visitar el Canchal 
															de las Cabras 
															Pintas, y una vez de 
															vuelta al camino 
															principal, 
															comenzamos a 
															descender lentamente 
															hasta situarnos a 
															orillas del río 
															Batuecas. Para 
															dirigirse a la 
															Cascada del Chorro, 
															destino final de la 
															ruta propuesta, 
															deberemos continuar 
															unos metros. 
															Enseguida nos 
															topamos con 
															indicadores 
															metálicos que marcan 
															dos direcciones 
															posibles.¨Canchal de 
															la Umbría del 
															Cristo¨hacia la 
															izquierda y ¨Canchal 
															del Zarzalón¨ hacia 
															la derecha. Nuestra 
															dirección sigue la 
															senda de la derecha. 
															Poco después deja a 
															la izquierda las 
															ruinas de una 
															antigua majada. 
															Justo en este punto, 
															unos metros arriba a 
															la derecha, se sitúa 
															la Cueva del 
															Zarzalón, fácilmente 
															identificable por la 
															reja que la protege. 
															Al cabo de unos 
															minutos el camino 
															atraviesa 
															perpendicularmente 
															el arroyo de la 
															Palla. A partir de 
															aquí, y durante algo 
															más de medio 
															Kilómetro, desciende 
															de forma progresiva 
															hasta llegar a 
															orillas del río 
															Batuecas. Durante 
															este trayecto 
															observamos una 
															imponente alineación 
															de cresterías al 
															otro lado del río: 
															son las Torres. El 
															camino muere 
															aparentemente en el 
															río Batuecas, pero 
															nuevamente un cartel 
															nos marca la ruta a 
															seguir. Debemos 
															atravesar el río 
															puesto que el camino 
															continúa por la otra 
															orilla. Desde aquí 
															quedan unos 45 
															minutos para llegar 
															a la Cascada del 
															Chorro. Una vez 
															cruzado el río 
															comienza un fuerte 
															ascenso al final del 
															cual se pasa junto a 
															las ruinas de la 
															Majada de las 
															Torres. A partir de 
															aquí se suaviza. 
															Posteriormente el 
															sendero se sitúa, de 
															manera paulatina, a 
															la altura del arroyo 
															del Chorro, que 
															fluye con natural 
															ímpetu creando pozas 
															a su paso.
 La Cascada del 
															Chorro, de unos 10 
															metros de altura, se 
															precipita 
															espectacularmente 
															sobre una profunda 
															poza.
 
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