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Dicen que hubo un
tiempo concreto en
que aquí tuvimos el
paraíso. Toda la
Naturaleza que nos
rodeaba junto a Las
Batuecas, un valle
milenario y
prehistórico
emplazado en una
tierra bendecida por
el influjo protector
de una peña sagrada,
fue el escenario
elegido, a finales
del siglo XVI y
principios del XVII,
para ubicar el edén.
Por espacio de
doscientos años más,
insignes autores del
Siglo de Oro lo
elevaron a la
categoría de mito.
Años después se
redescubrió la
Sierra de Francia
impulsados en la
necesidad de huir a
otros mundos, a
buscar otros
escenarios propicios
para volver a
inventar mitos y
leyendas. Y así
adquirió importancia
este entorno de
exuberantes y
frondosos bosques,
de límpidas y
transparentes aguas,
de ríos sin
contaminar, con
valles eternamente
verdes y un clima
cálido.
Son las virtudes de
un jardín donde
perviven y se
desarrollan multitud
de especies
vegetales y
animales, algunas en
peligro de
extinción, que
encuentran en las
cuencas fluviales
del Tajo un hábitat
idóneo para su
supervivencia. |
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De la antigua
frondosidad del
lugar es fiel
ejemplo la
existencia de
osos, tal y como
se relata en el
Libro de la Montería
escrito en 1340 por
el rey Alfonso XI,
donde se cita este
lugar ideal para la
práctica de la
actividad
cinegética. Los
osos, parece ser que
se mantuvieron en
dicha zona, hasta
comienzos de la Edad
Moderna, época en
que las roturaciones
y el aumento de
población, relegaron
a los osos
supervivientes a sus
últimos reductos en
el suroeste de la
Sierra de Francia,
concretamente en el
término de
Sotoserrano, que
por aquel entonces
formaba parte de la
comarca de
Granadilla.
La toponimia de Pico
del Oso o Picoloso
(entre Lagunilla,
Cabaloria y
Sotoserrano) y
Valdeloso(al sur de
Sotoserrano) denotan
su presencia, no muy
lejana en el tiempo.
El lobo es
otra de las especies
cuya población ha
disminuido
notablemente durante
la segunda mitad del
siglo XX. Hoy día,
se pueden ver un
número reducido de
ejemplares en la
Sierra de Francia
aunque en
Sotoserrano ya hace
años que ha dejado
de existir. Antes de
las repoblaciones
forestales
acometidas desde
mediados de siglo en
terrenos del sur de
Sotoserrano, el lobo
también criaba en la
zona bañada por el
arroyo Servón.
En Sotoserrano
existieron varias
trampas cinegéticas,
usadas para cazar
lobos. Hubo varias
trampas loberas ,
alguna cerca del
Robledo, otras en el
arroyo del Coso…
En Sotoserrano han
pervivido topónimos
como Peña Lobera.
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De hecho algunas
especies, tales como
el lince, el gato
montés, el buitre
negro, la cigüeña
negra y el águila
real, encuentran las
condiciones
ecológicas
relativamente
aceptables para su
supervivencia.
El lince ibérico
es uno de los
mamíferos más
amenazados de
extinción en Europa.
Una importante
población de estos
felinos se
distribuía hace una
década dentro de la
provincia de
Salamanca, por los
montes de
Sotoserrano,
Pinedas, Herguijuela
de la Sierra y
Lagunilla, aparte el
Valle de Batuecas.
En el término de
Sotoserrano, se han
llevado a cabo
diversos estudios
sobre la ecología y
la alimentación del
lince a lo largo de
los últimos treinta
años. Los primeros
datos sobre la vida
y costumbres del
lince se remontan a
la década de los
años sesenta.
En la zona
meridional del
término de
Sotoserrano la
alimentación del
lince, hacia
mediados de la
década de los años
setenta, se
componía,
principalmente, de
conejos,
complementando la
dieta con la captura
de micromamíferos
(topillos, ratones,
etc.. y otras
presas).
Se puede decir que
este felino está
prácticamente
extinguido puesto
que desde hace
bastantes años no se
han visto ejemplares
ni huellas en el
término de
Sotoserrano. |
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El gato montés,
se encuentra
principalmente, en
las zonas este y sur
del término de
Sotoserrano. Aunque
la población de
gatos monteses ha
experimentado una
notable disminución
en los últimos años,
sigue manteniéndose
en un amplio sector
comprendido entre
los Castillejos y la
cabecera del arroyo
del Servón.
Otro núcleo de
población se halla
comprendido en torno
al curso de los ríos
Francia y Cuerpo de
Hombre.
Otro núcleo
importante, se
encuentra entre las
antiguas alquerías
de Cabaloria y
Martinebrón. No
obstante, las
mejores condiciones
ecológicas para el
desenvolvimiento de
dicho felino, se dan
en la zona más
meridional del
término, sobre todo,
en el Arca, El
Robledo y El Servón. |
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El Meloncillo,
debido a su rareza
quizás sea la
especie más
desconocida de toda
la fauna salmantina.
Es un animal de
hábitos
crepusculares y que
habita terrenos de
densa cubierta
vegetal, hacen del
meloncillo un animal
que a menudo pasa
desapercibido.
En toda la provincia
de Salamanca,
Sotoserrano es el
principal núcleo de
estos vivérridos,
familia a la que
también pertenecen
las ginetas. La
población es algo
escasa y su
distribución muy
irregular. Los
principales enclaves
se encuentran en la
zona de Arca y
Buitrera y el valle
del Servón. |
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La familia de los
mustélidos se halla
bien representanda
en el término de
Sotoserrano.
El turón
suele frecuentan
incluso los terrenos
más inmediatos al
pueblo, al igual que
la comadreja.
Relativamente
abundante es el
tejón. En la
Maya, Pedro Martín,
el Servón,
Valtrujillo y las
Navezuelas, el
tejón, era, tiempo
atrás, más
abundante. En Arca y
Buitrera, se ha
reducido la
extensión de su
hábitat pero, en
cambio, en los
alrededores de
Martinebrón y
Cabaloria, dicha
especie parece haber
experimentado una
ligera recuperación.
El mustélido más
amenazado es la
nutria, y no
solamente en el
término de
Sotoserrano. Hasta
hace treinta años,
la nutria era un
animal común a todos
los biotopos
fluviales, hoy, en
cambio, ha
disminuido
notablemente en los
ríos Alagón, Francia
y Cuerpo de Hombre.
En los arroyos del
Servón y el Coso, la
nutria se distribuye
irregularmente.
El término de
Sotoserrano es uno
de los lugares, en
la provincia de
Salamanca, donde aún
es posible observar
familias de nutrias
jugando en algunos
puntos de las
riberas de los ríos.
En determinados
tramos de los ríos
Alagón y Cuerpo de
Hombre, los
repetidos
deslizamientos de
dichos animales,
junto a las orillas,
ha formado
¨toboganes¨ y rampas
diversas
La garduña se
halla presente en la
zona de El Espolón,
El Pardo, El Servón,
El Arca, El Robledo,
La Canalita, etc.. y
otros enclaves. |
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Entre otras especies
podemos destacar la
presencia de gran
cantidad de aves
rapaces. En
Sotoserrano
nidifican especies
tan llamativas como
el águila real, el
águila culebrera, el
águila ratonera y el
águila calzada.
Entre las aves
diurnas y
eminentemente
forestales, destaca
el gavilán y el
azor. Estas dos
últimas especies son
más bien raras pero,
todavía pueden verse
en Pedro Martín, El
Servón y Arca y
Buitrera, entre
otros enclaves.
Todas las especies
rapaces nocturnas,
habitan, si bien con
una distribución
desigual, el término
de Sotoserrano. De
entre todas ellas,
la que se halla en
situación más
precaria es el búho
real, de la que, al
menos, vienen
criando dos parejas.
El mochuelo, el
cárabo y el buho
chico son más
abundantes. La
lechuza común y la
lechuza campestre se
hallan, asimismo,
presentes, aunque
esta última es
bastante más rara.
Mención especial
merecen los
buitres, entre
los que encontramos
al buitre negro
y al buitre leonado.
El buitre negro está
en peligro de
extinción, aunque en
Sotoserrano
podemos encontrar
una colonia todavía
abundante. El buitre
leonado, sin
embargo, es muy
abundante y se halla
más extendido que el
negro. |
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zancudas |
La rara cigüeña
negra es una de
las especies de
zancudas que habitan
las zonas más
agrestes del término
de Sotoserrano.
También podemos
encontrarnos con la
garza real,
sobre todo, en el
límite suroccidental,
allí donde el río
Alagón penetra ya en
tierras de
Extremadura.
Las grullas
son también aves
zancudas que
esporádicamente,
visitan, en la época
otoñal, terrrenos de
Sotoserrano,
escogiendo algunos
de los valles más
abrigados, al sur
del término. |
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otras aves |
El término de
Sotoserrano
presenta, en
conjunto, una serie
de condiciones
ecológicas de
notable
significación, en
orden a ofrecer
hábitats idóneos
para un sinnúmero de
aves. Todos los
cursos fluviales de
cierta entidad, que
riegan terrenos de
la localidad citada,
son frecuentados por
diversas especies de
anátidas,y, también,
por el mirlo
acuático y el martín
pescador, y, en
cuanto a los pájaros
carpinteros, se
hallan representadas
las cuatro especies:
el pito real, el
picapinos mayor, el
pico picapinos menor
y el torcecuello.
Abubillas, carracas,
abejarucos,
oropéndolas,
arrendajos,
picogordos,
alcaudones,
verdecillos,
camachuelos,
jilgueros, pinzones,
escribanos,
tarabillas,
collalba, petirrojo,
zorzales,
mosquiteros,
lavanderas, trepador
azul, golondrina,
avión, estorninos,
cuervos, urracas,
arrendajos,
rabilargos,
chotacabras,
vencejos, palomas,
perdices, avefría,
mirlo, martín
pescador, polla de
agua,… y otras
muchas especies se
distribuyen por el
ámbito geográfico de
Sotoserrano, cuyas
condiciones de
reserva natural,
apenas pueden, hoy
por hoy, ser
igualadas por las de
ningún otro término
municipal, dentro de
la provincia de
Salamanca.
Dentro de
Sotoserrano podemos
encontrar algunos
enclaves de
vegetación
mediterránea en
estado virgen
principalmente en
torno a Pico del
Oro, El Arca y el
barranco del
Robledo. |
Anfibios y reptiles |
Desde el sapo
partero común, hasta
la ranita de San
Antonio, y desde la
salamandra al tritón
jaspeado, toda una
serie de especies de
anfibios coloniza el
término de
Sotoserrano y
aledaños.
En Sotoserrano
encuentran su
habitat una treinta
de especies, entre
anfibios y reptiles.
Entre los reptiles,
cabe citar la
presencia de la
víbora común, la
culebra bastarda, la
culebra de escalera
y la culebra lisa,
distribuídas, más o
menos regularmente,
por casi todo el
término. Son más
raras, en cambio, la
culebra de
herradura, la
culebra de collar y
la culebra viperina;
esta última adscrita
al medio acuático;
al igual que lo
están las dos
especies de
galápagos presentes
en la zona: el
leproso y el
europeo.
El lagarto ocelado,
el lagarto
verdinegro, la
lagartija colilarga,
la lagartija ibérica
y la lagartija
cenicienta, son
especies frecuentes
en la zona. |
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VEGETACIÓN |
Por lo que se
refiere a la
vegetación, en
Sotoserrano, a
diferencia de otros
pueblos de la
Sierra, como vamos
hacia el sur y
descendiendo en
altitud, empiezan a
aparecer especies
típicamente
mediterráneas que
dan paso a una de
las formaciones más
emblemáticas de este
espacio: el encinar.
Entre encinas
encontramos notables
ejemplares de
alcornoques, tejos,
madroños, durillos,
enebros..
confundidos entre la
abundante cobertura
que proporciona la
jara pringosa.
Las especies más
comunes son de hoja
perenne, como el
alcornoque, la
encina y el pino,
ésta última
procedente de
repoblaciones
llevadas a cabo
desde mediados de
siglo e
intensificadas a
partir de la década
de 1970.
El cortejo arbustivo
que acompaña a los
árboles, se compone
de avellanos,
madroñales, jarales,
brezales, retamares
y majonales.
Esta zona ha
constituido,
tradicionalmente, un
hábitat idóneo para
numerosas especies
animales. Todavía
hoy, dicho espacio
geográfico puede ser
considerado como una
magnífica reserva
zoológica natural.
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