Como dice el Concilio Vaticano II, la Parroquia es la casa de Dios entre las casas de la gente del pueblo, del barrio, de la ciudad… Así, la Parroquia de Sotoserrano no puede comprenderse de otra manera y en esta permanente simbiosis de camino de ida (de salida, de búsqueda de la gente) a la vez de camino de vuelta (de oferta, de espera). De este modo, todo es salida y todo es espera. Para entender mejor lo que hacemos y ofrecemos, usaremos el esquema clásico de la triple misión universal de la Iglesia: la misión de celebrar la liturgia de los misterios de la fe, la función de anunciar y enseñar el Evangelio y la misión de servir a los más pequeños y pobres. Pero la Parroquia de Sotoserrano no se puede entender a sí misma separada de las parroquias de los pueblos vecinos (trabajo interparroquial), del arciprestazgo (comarca de las Sierras de Francia y de Béjar y la comarca de Linares), y sobre todo de la DIÓCESIS de Salamanca, de cuyos planes pastorales participa absolutamente.

LA DIMENSIÓN LITÚRGICA CELEBRATIVA

La Celebración de la Eucaristía dominical es el centro y culmen de la vida de la Iglesia y de la Parroquia. Cada Domingo, normalmente a las 12,00H, Celebramos la Eucaristía y tratamos de hacerlo con alegría, sencillez…, para que todo el que participe se sienta querido por Dios, acogido por la Comunidad, interpelado por la Palabra y alentado a salir al camino de la vida y vivir con intensidad la fe que ha alimentado y celebrado en la Eucaristía. Un grupo de gente prepara la liturgia: moniciones, gestos, lecturas, cantos…Valoramos mucho la presencia y la participación de las familias enteras (niños, padres, abuelos…) y para ello la Misa Dominical del primer domingo de cada mes, la cuidamos especialmente y la llamamos “Eucaristía de las familias”. El eco de la Misa dominical se mantiene en toda la vida parroquial de toda la semana y normalmente los lunes por la tarde volvemos a celebrarla (a las 4,00H de la tarde) y antes de esa hora ensayamos los cantos. Todos los Miércoles, a las 9,00H de la noche, en la casa de las Hijas de la Caridad, tenemos un tiempo de encuentro y oración en torno a la Palabra de Dios del Domingo siguiente (“Lectio divina”). Como parte viva de esta dimensión, no podemos olvidarnos de otros momentos de gran conexión vital como son la celebración de los funerales, entierros… en los que pretendemos agradecer la vida de los difuntos, pero sobre todo salir animados en la esperanza de la Vida Eterna… Y con mayor alegría tratamos de celebrar con intensidad el sacramento del matrimonio, del bautismo, de la penitencia… ¡Ojalá hubiera más!

LEER MÁS ...