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Los geógrafos
españoles del siglo
XVI, ponderaban las
excelencias de la
Tierra de
Granadilla,
perteneciente al
Duque de Alba, a la
que consideraban
como una de las más
sugestivas,
cinegéticamente.
Entre dicha
localidad y
Sotoserrano,
extendíanse grandes
masas forestales
que, ya por aquella
época, alternaban
con manchas de
matorral,
resultantes de la
deforestación
originada por talas
e incendios.
Sobrevivían, no
obstante, a aquel
proceso de
depauperación,
algunos bosquetes de
robles y encinas,
así como también
pequeños rodales de
enebros,
localizados, estos
últimos, en
barranqueras
inhóspitas.
La fauna pudo
adaptarse, en buena
medida, a la
paulatina
substitución de la
cubierta arbórea por
el elemento
arbustivo, y de
hecho, salvo el oso,
que desapareció en
el siglo XVII, todas
las restantes
especies que se
distribuían por la
zona en cuestión,
siguieron haciéndolo
por espacio de
varios siglos más.
Hasta el primer
tercio del siglo
pasado, tanto el
valle del río Alagón
como en los del
Cuerpo de Hombre y
Francia, abundaron
los ciervos y los
corzos. Un topónimo,
Valdeciervos, ha
pervivido en el
término de
Sotoserrano.
Tanto en Sotoserrano
y demás lugares de
la Tierra de
Granadilla, los
reyes tenían
destacados, en la
Edad Media, una
serie de monteros
que les cuidaban la
caza. Tales monteros
gozaban de ciertas
prerrogativas.
Sesenta de ellos,
entre los que se
encontraban los del
territorio de
Granadilla, quedaron
eximidos de tributos
en el año 1413, bajo
el reinado de
Fernando de Aragón.
La mayor parte de
las especies
animales que puebla
hoy el término de
Sotoserrano, se
localiza al sur del
pueblo, allí donde
mayor es la
montuosidad.
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la caza en
sotoserrano |
La práctica de la
caza está muy
arraigada en esta
parte de la sierra
salmantina como lo
demuestra la
declaración de 1973
de la Reserva
Regional de Caza de
las Batuecas y
en 1982 el
Refugio Nacional de
Caza de Arca y
Buitrera.
El origen de la
Reserva de Caza de
las Batuecas
responde a un
programa, iniciado
en España a mediados
de los setenta, de
proteger y conservar
la fauna más
selecta, con el
doble fin de
asegurar la
pervivencia de
nuestras especies
más representativas
y la utilización
racional de la
riqueza cinegética
afectada,
contribuyendo así a
promover la máxima
satisfacción social,
económica y
recreativa. La
declaración busca la
correcta utilización
cinegética del corzo
como especie de caza
mayor, de la perdiz
como especie de caza
menor, y abre la
posibilidad de
reintroducir la
cabra hispánica y el
ciervo.
Por su parte, en el
Refugio Regional
de Fauna está
prohibido
permanentemente el
ejercicio de la caza
en virtud de la
protección del
buitre negro, del
alimoche y del
lince. Tan solo se
puede autorizar a
organismos oficiales
o entidades públicas
y privadas de
carácter científico
o educativo la
realización de
estudios o trabajos,
así como, la visita
de los mismos y la
observación de las
poblaciones
faunísticas. El
Refugio pretende la
conservación y
mejora de los
hábitats, el estudio
y observación de las
poblaciones de
animales y la
protección de los
lugares de cría o
nidificación.
Según la Ley de Caza
de Castilla y León
están considerados
como terrenos
cinegéticos la
Reserva Regional de
Caza de las
Batuecas( 21.513
has) y quince cotos
privados de
caza(11.392 has) y
como no
cinegéticos el
Refugio Regional de
Fauna Arca y
Buitrera (1.251,88
has) y los vedados.
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Los aprovechamientos
venatorios están
encabezados por
ciervos y corzos de
la Reserva de Caza y
las especies de pelo
y pluma de los cotos
privados de caza
(conejo, liebre,
perdiz, codorniz,
becada, paloma,
tórtola jabalí y
zorro).
La época de Caza
Mayor está
permitida desde
septiembre hasta
febrero. Las
especies que suelen
cazarse en estas
zonas son el jabalí,
corzo y ciervo.
La época de Caza
Menor está
permitida desde
octubre hasta
finales de enero.
Las especies que
suelen cazarse son
el zorro, el conejo,
la perdiz, alguna
becada, tórtola,
paloma torcaz y
bravía, estornino
pinto, zorzal común,
zorzal charlo,
zorzal rojo, zorzal
real, urraca,
grajilla y corneja.
En la época de la
Media Veda (mediados
de agosto- mediados
de septiembre y el
número de días
hábiles no podrá
exceder de veinte,
no necesariamente
consecutivos), suele
cazarse la tórtola
común, paloma
bravía, paloma
torcaz, urraca,
grajilla, corneja y
el zorro.
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Actualmente en
Sotoserrano hay
dos cotos de
caza.
Coto
del
Pardo: Este
coto
está
dedicado
exclusivamente
a la
Caza
Mayor,
en el
cual
sólo se
caza
jabalí y
ciervo,
con una
densidad
de 2500
hectáreas
y unos
40
socios
del
municipio. |
Coto
de Peña
Lobera:
Este
coto
tiene
una
densidad
de 2400
hectáreas
y unos
60
socios.
Dicho
coto se
dedica
mayormente
a la menor. |
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