|
|
|
PREHISTORIA |
El término de
Sotoserrano estuvo
habitado en la época
de la Prehistoria,
ya que se han
encontrado útiles de
cuarcita en las
orillas del río
Alagón y que se
remontan al
Paleolítico Inferior,
en torno a unos
100.000 años de
antigüedad.
Correspondientes a
una época posterior
llamada Neolítico,
se han encontrado en
dicho término varias
hachas de piedra
pulimentadas.
|
EDAD DE LOS
METALES (III-I
MILENIO, A.C.)
A la Edad de Bronce,
se le atribuyen
algunos objetos
metálicos entre
ellos una fíbula.
Estos hallazgos,
realizados en el
paraje de las
Navezuelas, señalan
la existencia en
este lugar, de un
poblamiento de dicha
época, que, a juzgar
por los restos
encontrados, tuvo
continuidad a lo
largo de la Edad de
Hierro.
De esta última
época, se conservan
vestigios de
yacimientos
localizados en
varios puntos del
término, uno de
ellos, próximo al
arroyo del Cubo, en
el límite con
Herguijuela de la
Sierra, otro cerca
de Cabaloria, y otro
junto al arroyo de
San Pedro o del Coso
que marca el límite
entre los términos
de Cepeda y
Sotoserrano.
|
MEGALITISMO
Son muy escasos los
hallazgos de
monumentos
megalíticos en este
sector de la Sierra
de Francia. En
Sotoserrano parece
ser que existió un
dolmen en el paraje
de la Torrecilla,
donde
tradicionalmente ha
habido viñedos.
|
CASTROS
PRERROMANOS
En el límite entre
Cáceres y Salamanca,
donde el término de
Sotoserrano
concluye, se alzaban
otros dos castros. A
la llegada de los
romanos, la mayoría
de estos castros
fueron
desalojados.Sin
embargo , en algunos
de estos se observan
huellas de la
ocupación romana y
de época
altomedieval.
|
ÉPOCA ROMANA Y
TARDORROMANA |
La antigua presencia
de los romanos, en
el término de
Sotoserrano, se
manifiesta a través
de numerosos
hallazgos
arqueológicos,
consistentes en aras
votivas, restos de
edificaciones,
material cerámico,
hornos, monedas,
vestigios de
trabajos mineros…
Los romanos llegaron
a estas tierras en
el siglo l a.C.,
según se ha podido
constatar por el
descubrimiento en el
paraje de la Viña de
una medalla con la
efigie de Agripa.
Este era yerno del
emperador Augusto y
fue cónsul
ordinario, por
tercera vez, en el
año 27 a.C. También
hay además en el
paraje llamado Viñas
de la Iglesia,
restos de muros,
pertenecientes
posiblemente a un
templo. Se hallan
formados por grandes
sillares de granito,
perfectamente
escuadrados, y
ajustados sin
argamasa.
Debido a la buena
comunicación que
tiene Sotoserrano
con el resto de
pueblos de
alrededor, en la
antigüedad fue un
pueblo de paso en el
cual se quedaban a
dormir debido a
esto, por eso
podemos encontrar en
él estos ocho
yacimientos de época
romana:
El Servón, Viña de
la Iglesia ó La
Corona, El Manto, La
Dehesa, La Arcelada,
Los Casaretones, El
Conejito y Vega
Francia-La Maya.
Otros vestigios de
la presencia romana
en tierras de
Sotoserrano vienen
determinados por el
trazado de una
antigua calzada que,
arrancando de la Vía
de la Plata, a la
altura de Aldeanueva
del Camino,
discurría, por
Abadía, todavía
dentro de
Extremadura,
penetrando, después,
en la provincia de
Salamanca, por
Lagunilla y
Valdelageve, antes
de llegar a terrenos
de Sotoserrano,
donde se conserva un
puente de siete
ojos.
La calzada seguía
por el regato del
Coso, que sirve de
límite entre los
términos de
Sotoserrano y
Cepeda, hasta
alcanzar, unos
kilómetros más al
este, las Casas del
Conde y Arroyomuerto
(actualmente llamado
San Miguel de
Robledo).
La zona donde se
encuentra el monte
de El Pardo, por
donde pasaba otra
calzada, conoció una
cierta continuidad
de poblamiento desde
la Prehistoria hasta
la Edad Media. Muy
cerca de allí,
quedan ¨Las
Ferrerías¨, donde,
en época romana, se
trabajaba el mineral
de hierro. Tales
explotaciones,
debieron de hallarse
en relación con las
minas del Servón, en
cuyas inmediaciones
se observan restos
arqueológicos
pertenecientes a la
época tardorromana.
Este yacimiento es
conocido como
¨Poblado de los
Moros¨.
En relación con
ello, algunos
intentos de
reapertura de
antiguos pozos, a
principios del siglo
XX, no dieron el
rendimiento
esperado.
También existen
restos de
explotaciones
mineras de época
romana, en Pedro
Martín.
Al periodo
tardorromano
(siglos IV-V d.C.)
pertenece también la
pequeña necrópolis
hallada en el lugar
de la Ermita, donde,
en 1985, aparecieron
varias sepulturas
con cubierta de
pizarra, conteniendo
algunos fragmentos
óseos y tégulas.
Otros yacimientos de
dicha época se han
localizado en las
Viñas del Castillo,
La Maya, Pedro
Martín, Peláez, Peña
Lobera, El Gamonital,
Las Canteras y Los
Castañares.
|
LA ALTA EDAD MEDIA
(SIGLOS V-XI) |
A lo largo de los
ríos Cuerpo de
Hombre, Francia y
Alagón han aparecido
una serie de
yacimientos
arqueológicos de
época visigoda. Se
trata de restos de
escritura visigoda
hallados en Las
Cumbres, Los
Redondeles, Las
Canteras, Pedro
Martín e
inmediaciones de Los
Castillejos.
Corresponden a los
siglos VI-VII.
Hay nombres que nos
ayudan a rastrear la
presencia mozárabe
como el nombre de
Marugan, junto al
río Alagón. Otros
topónimos del
término de
Sotoserrano, como el
Zurbón, y sobre
todo, Valdeloso, Val
de Fraguas,
Valdeherreros,
Valdemiel,
Valtrujillo,
Valdepegas y Val de
Pero Martín, que,
con tal grafía
aparecen en diversos
documentos de siglos
atrás también
rastrean dicha
presencia mozárabe.
La existencia de
asentamientos
altomedievales, a lo
largo del curso del
río Alagón indica,
según todos los
indicios que la
mayoría de las
fortalezas, debieron
de ser construidas
inmediatamente
después a la
invasión árabe;
algunas otras puede
que daten del siglo
IX, tras las
campañas de Ramiro
II, el rey leonés
que llevó a cabo
importantes
proyectos de
reorganización y
defensa del
territorio
salmantino.
Por lo que respecta
a las
fortificaciones
altomedievales
localizadas en el
término de
Sotoserrano, una de
ellas se encontraba
a las afueras del
casco del pueblo.
Las otras dos se
hallaban ubicadas en
las inmediaciones de
Cabaloria y en la
confluencia de los
ríos Francia y
Alagón.
Entre los elementos
de la iconografía
religiosa, figura
una imagen del
Cristo de las
Batallas, lo cual
conduce a pensar que
la población de
Sotoserrano, debió
de tener alguna
participación en las
contiendas, habidas
durante los primeros
siglos de la
Reconquista.
|
LA BAJA EDAD MEDIA
(SIGLOS V-XI) |
No está claro el
origen del nombre de
la Sierra de
Francia, que se ha
querido relacionar
con la llegada de
elementos franceses.
No hay que descartar
la idea de que se
tratara, como algún
autor ha propuesto,
de una sierra
franca, es decir, un
lugar con libertad
para instalarse por
hallarse exento de
fiscalías o
tributos.
Resulta poco
convincente la
tesis, según la
cual, Sotoserrano y
otros lugares de la
actual comarca de la
Sierra de Francia,
se encontraban
prácticamente
despoblados hasta
comienzos del siglo
XIII. Hacia el año
1215, el rey leonés,
Alfonso IX, instala
colonos en dichas
zonas que además de
reorganizarlas
administrativamente,
también fortifica,
mediante la
reconstrucción de
una serie de
antiguas atalayas y
castillos, ubicadas,
no pocas de ellas,
en los márgenes del
río Alagón. Aunque
hay que decir que
desde tiempo atrás,
Sotoserrano, ya era
un lugar poblado,
como lo indica el
hecho de su
incorporación a la
Mitra Compostelana,
en el año 1188 por
donación del
mencionado monarca.
Hubo gentes
procedentes del
norte de España que
repoblaron esta
comarca, algunas de
las cuales debían de
proceder de tierra
de Castilla, como
así lo recuerda un
topónimo en
Sotoserrano: La
Soriana.
La región donde se
encuentra
Sotoserrano, en la
frontera con la
actual Extremadura,
venía a marcar,
hasta el siglo XII,
el límite
septentrional de la
zona de dominio
musulmán. Por aquel
entonces, la mayoría
de los núcleos de
población de la
Sierra de Francia,
poseían categoría de
aldea; pero eran los
situados en el Bajo
Alagón, los que
presentaban más
escasa densidad
demográfica: Santa
María de los Llanos,
Molinillo, Pinedas y
Sotoserrano, con sus
anejos Cabaloria y
Martinebrón.
A partir del siglo
XII, con el
afianzamiento de una
serie de enclaves
estratégicos, por
parte de los
cristianos, no
tardará en
producirse la
arribada de
sucesivos
repobladores a la
Sierra de Francia.
Así se van
perfilando el
panorama de esta
comarca. Las aldeas
que poseían una
mínima entidad, poco
a poco irán
aumentando
demográficamente,
coincidiendo con el
inicio de diversos
frentes de
explotación del
medio.
LEER MÁS ...
|
|
|
|